El expelotero y actual entrenador de jóvenes prospectos, Yordy Cabrera, rompió el silencio sobre la muerte de Ismael Ureña Pérez, un adolescente de 14 años que falleció tras supuestamente recibir una inyección del esteroide veterinario conocido como “caballín”.
En un video publicado en la cuenta oficial de su academia de béisbol en Instagram, Cabrera negó categóricamente las acusaciones, asegurando tener pruebas de su inocencia y calificando los señalamientos como producto de extorsiones previas en su contra.
«Soy inocente y tengo pruebas»
“He tenido una carrera intachable y he sido víctima de extorsiones que desencadenaron estas acusaciones”, expresó Cabrera. Además, afirmó que nunca ha amenazado a ninguna persona involucrada en este caso y destacó que su historial personal y profesional está limpio.
El exlanzador enfatizó que su fe cristiana refuerza su compromiso con la integridad:
“Desde hace varios meses mi familia y yo entregamos nuestra vida al Señor. Nunca he sido problemático, y mucho menos ahora que soy cristiano”.
Contra el dopaje y pro juego limpio
Cabrera rechazó rotundamente cualquier vínculo con la administración de sustancias prohibidas, destacando que durante su carrera en equipos de Grandes Ligas y en la LIDOM siempre salió limpio en las pruebas antidopaje.
“Siempre he sido un abanderado del juego limpio. Nunca incentivaría el uso de sustancias que violen las reglas”.
Asimismo, subrayó que en su academia se realizan reuniones constantes con los padres de los jóvenes para mantenerlos informados sobre el trato y desarrollo de sus hijos.
¿Qué es el «caballín»?
El «caballín» es un esteroide conocido como Bodedone, utilizado principalmente en caballos, aunque existe una versión para humanos. Este compuesto ha causado suspensiones en la MLB a jugadores como Jenrry Mejía, Abraham Almonte, Jorge Bonifacio, Francis Martes y Noelvi Marte.
Cabrera concluyó reiterando su disposición de colaborar con las autoridades para esclarecer el caso y defender su nombre frente a las acusaciones.