En un comunicado oficial, las autoridades rusas confirmaron que cinco de los proyectiles ATACMS, de fabricación estadounidense, fueron interceptados por los sistemas antiaéreos S-400 y Pantsir. Un sexto misil fue dañado, pero sus restos impactaron en el área técnica de una instalación militar, generando un incendio que fue controlado rápidamente.
Según el Ministerio de Defensa ruso, no se reportaron víctimas ni daños materiales significativos tras el ataque, que ocurrió a las 03:25 hora local. Sin embargo, el suceso incrementa la tensión en medio del conflicto.
El ataque se produce en un contexto marcado por la autorización reciente del presidente de EE.UU., Joe Biden, para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia. Esta medida ha sido interpretada por Moscú como una «grave escalada» y un indicio de una mayor implicación de Washington en el conflicto armado.
El Kremlin ha señalado que este tipo de acciones amplían el alcance del conflicto y podrían llevar a una respuesta más contundente por parte de Rusia.
Actualización de la doctrina nuclear rusa
Coincidiendo con este evento, el presidente ruso, Vladímir Putin, ratificó una actualización de la doctrina nuclear del país. El documento subraya que cualquier agresión contra Rusia por parte de un país miembro de un bloque militar será considerada como una agresión del bloque en su totalidad. Además, reafirma que la decisión sobre el uso de armas nucleares recae exclusivamente en el presidente.
Implicaciones internacionales
El ataque con misiles ATACMS y la reciente actualización de la doctrina nuclear rusa consolidan un panorama de alta tensión entre las potencias involucradas directa o indirectamente en el conflicto. La comunidad internacional observa con preocupación cómo estas acciones podrían intensificar aún más la guerra en Ucrania.